Si el paquete no ha llegado a nosotros, al menos, dos días antes de la fecha del viaje, no nos comprometemos a poder enviarlo en ese momento.
Si la empresa con la que trabajamos, por la razón que sea se retrasa en la recogida o entrega a nosotros, no nos hacemos responsables, el cliente siempre puede decidir enviarnos las cosas con otra empresa y hacérnoslas llegar.